Boletín de la Guerra

Cuba, uno de los países más censurados del mundo, donde el gobierno mantiene un estricto control sobre Internet y los medios de comunicación independientes son considerados ilegales. Un hombre lee un periódico mientras usa una mascarilla en La Habana, el 12 de marzo de 2020, mientras el mundo lucha contra el brote del nuevo coronavirus, COVID-19. Los cubanos hacen todo lo posible para evitar la censura, y las organizaciones de medios clandestinos que comparten periódicos gratuitos o difunden noticias a través de cadenas de correo electrónico o incluso fax desempeñan un papel clave. Los ayuda el Instituto Cubano para la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP), un grupo local de libertad de prensa activo en siete comunidades cubanas.  ICLEP imprime y distribuye periódicos clandestinos gratuitos cada dos semanas. “ICLEP es una de las organizaciones que se ha creado dentro de Cuba, la única red de medios comunitarios que existe en el país en los 62 años de la revolución (comunista)”, dijo N

En un momento en que es vital tener acceso a información confiable para combatir la información errónea relacionada con COVID-19, el periodismo está restringido en más de dos tercios del mundo.  Eso es según los datos publicados el martes por  Reporteros sin Fronteras (RSF)  . Mujeres vestidas con ropa negra y cinta adhesiva cruzada sobre la boca sostienen rosas blancas mientras marchan el 2 de marzo de 2021, en Minsk, durante una manifestación contra la condena de un médico y un periodista por la divulgación de los registros médicos de un manifestante que murió después de ser detenido en uno de los mítines postelectorales que barrieron Bielorrusia el año pasado. AFP a través de Getty Images Según el Índice Mundial de Libertad de Prensa 2021, que mide las restricciones al acceso a la información y los obstáculos a la cobertura de noticias, el periodismo está "totalmente bloqueado o gravemente impedido" en 73 países y "limitado" en otros 59.  Esos 132 países represen

Era la oscuridad de la noche, pero sellados en una camioneta sin ventanas, recorriendo carreteras secundarias a través de los Everglades durante tres horas, los 10 hombres se sofocaron en el húmedo calor del sur de Florida. La camioneta se detuvo.  La puerta se abrió para revelar un muelle de pesca.  Trepando a una lancha, se dirigieron hacia el mar, la brisa era un alivio bienvenido, la luz de un cuarto de luna iluminaba tenuemente su destino: una isla baja y cubierta de maleza.  Allí fueron recibidos por tres hombres con rifles que los escoltaron hasta una choza detrás de los restos de un balneario abandonado. Esta era la isla Useppa, justo al lado de la costa oeste de Florida, cerca de Fort Myers.  La fecha era el 2 de junio de 1960. Y para estos 10 exiliados cubanos, fue el comienzo de un intento audaz, desesperado y finalmente condenado por recuperar su patria del régimen comunista. Durante los próximos 10 meses, estos hombres estarían entre los líderes del asalto militar que se c