Carmen Rosa Delgado Rodríguez /DDC |
"La malformación que tengo en la cara, al parecer los asusta y hasta me rechazan", declaró Carmen Rosa Delgado Rodríguez, quien espera desde marzo pasado respuesta de la Asamblea Municipal del Poder Popular de Santo Domingo, Villa Clara, ante el derrumbe parcial de su vivienda, ubicada en la comunidad rural de Jiquiabo.
"Desde 2010 me he quejado ante los funcionarios del gobierno del municipio Santo Domingo así como en la Unidad Inversionista de la Vivienda (UMIV) y en la Dirección Municipal de Vivienda, pero no se me ha hecho ningún caso", dijo Delgado Rodríguez, enferma de neumatosis y con el cuerpo lleno de tumores.
Aseguró que, tras sus reclamos, en abril de 2015 la visitaron dos funcionarios del gobierno local que le propusieron "un subsidio de 5.000 pesos (moneda nacional, unos 200 dólares)" o "una vivienda en otro lugar".
"Acepté la opción de una vivienda nueva —explicó Delgado Rodríguez—. Supuestamente era un apartamento en un edificio en Las Nieves (comunidad rural con dificultades extremas con el transporte y ubicada más de 10 kilómetros al oeste de Santo Domingo), pero cuando fuimos a verla no había ninguna casa vacía y aquello estaba en pésimas condiciones e intrincado".
Lo único que había disponible "era un consultorio médico y es del gobierno", agregó Delgado Rodríguez.
Armando Rodríguez López, su esposo, dijo que se siente frustrado porque las autoridades locales dijeron que los ayudarían.
Pero "la casa casi nos mata cuando se derrumbó", recordó.
En cuanto a las condiciones actuales de su vivienda, describió: "no tenemos baño, la madera está casi toda podrida. En cualquier momento se nos cae arriba".
"Yo no puedo hacer nada casi, no puedo caminar", sentenció.
Sobre la situación de esta familia, Josefina Hernández, vecina del lugar, dijo que "es doloroso ver a Carmen Rosa recogiendo escombros".
"Nosotros la ayudamos, pero no es lo que le apremia", añadió.
"Soy revolucionaria, pero a veces no entiendo cómo suceden problemas como estos y se dilata la solución. Considero que estos son problemas de hombres y no de sistema económico", manifestó.
La vivienda de Delgado Rodríguez está construida con guano, tabla, pedazos de cartón, piso de cemento deteriorado. Vive con su esposo de 38 años, diagnosticado con Retraso Mental Moderado (RMM), y su hijo de 13 años, Lázaro Luis García Delgado, también RMM.
Pese a las condiciones de la casa, "Vivienda me declaró arrendataria permanente", dijo Delgado Rodríguez. Ello implica que debe abonar "un impuesto de 3,57 pesos (moneda nacional) mensualmente".
En cuanto a la labor de bienestar social, sostuvo que cada dos años le asignan una sábana u otro artículo personal, así como el pago de una chequera de 167 pesos (moneda nacional) mensuales.
"De ese dinero tenemos que pagar el rancho, comprar medicamentos, electricidad. Muy pocas veces compramos comida, pues no nos alcanza", aseguró.
(Publicado en DDC)
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