'Por poquito', las numerosas señales de alarma sobre los accidentes
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Jóvenes a remolque de un camión en Santa Clara |
Después de los frecuentes "casi accidentes" de tránsito suele escucharse la misma frase: "por poquito", impregnada de la felicidad de vivir para contarlo. Y es que todo el mundo conoce otras historias, desafortunadas e irreversibles, que terminaron con un "si no hubiera ido tan rápido", "si le hubiera hecho caso a la vieja", o "si no me hubiera tomado aquellas cervezas…".
Los accidentes de tránsito han dejado en Villa Clara en 2016 más de medio centenar de muertes. La prensa oficial, por lo general, no ha descrito los detalles de los sucesos. Apenas ha publicado un enunciado, el número de fallecidos, los lesionados, las causas.
Alguna veces hemos podido enterarnos de otros detalles: el chofer "se quedó dormido" o "irrespetó el derecho a vía", el camión transitaba con un examen técnico fraudulento, o el auto tuvo que "esquivar una vaca". Situaciones como esas han catapultado los accidentes de tránsito al puesto quinto entre las causas de muerte en Cuba.
Si no se tratara de vidas humanas, la cifra podría considerarse poco importante, comparada con los 651 incidentes sin consecuencias fatales de 2015 en esta provincia o con los más de 550 lo que va este año, y de los cuales nunca nos enteramos a menos que seamos los del "por poquito".
En la selva de asfalto se ve de todo: imprudencias de choferes de vehículos ligeros y pesados, ciclistas, bicitaxistas, peatones y cocheros; carreteras no aptas para el tránsito por su alto deterioro y con huecos de hasta medio metro de profundidad, ausencia de indicaciones o mala señalización.
Remolcando la vida
Las estadísticas no especifican los tipos de imprudencias, como el sujetarse, subido a una bicicleta, de la parte trasera de vehículos en movimiento; práctica común que, al parecer, no pasa de moda y ha llevado lamentos a no pocos hogares.
Sin embargo, por los datos publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información, sí es posible saber que jóvenes de edades entre 16 y 25 años estuvieron involucrados en 2015 en 1.391 accidentes en el país (el 15,5% del total), con un saldo de 74 muertes (9,4 del total) y 1.317 lesionados (21,2 del total).
"Yo me caí y me partí la clavícula, dos dedos y me raspé con el asfalto la cara y espalda", contó Alain Clávelo, joven de 19 años residente en El Gigante, Santa Clara.
Sobre las motivaciones para la "travesura" de ir a remolque de un vehículo, varios entrevistados mencionaron el mostrar hombría ante muchachas, la presión de los amigos y las pocas opciones de recreación.
Los padres, por su parte, aseguraron que no sabían lo que hacían sus hijos hasta que ocurrió un suceso. Algunos han tomado represalias.
"Si Yoelito (Yoel Pérez) piensa que montará otra vez la bicicleta, está loco. La mandé a arreglar para venderla y estará de castigo hasta que me olvide del susto que he pasado", dijo Marlene Quintero, cuyo hijo sufrió un accidente por ir en bicicleta agarrado de la parte trasera de un vehículo.
Cuando en los accidentes de tránsito hay lesionados graves o pérdidas materiales considerables, a veces los implicados hacen un autoexamen de conciencia.
El incidente "los transforma en seres conscientes de su responsabilidad en la vía", consideró Belkis Rodríguez, psicóloga del Hospital Clínico Quirúrgico Arnaldo Milián Castro de Villa Clara.
Claro, a menos que corran la peor suerte y ya no haya nada qué aprender, como los 44 fallecidos en Villa Clara en 2015 o los 688 registrados ese año en toda Cuba.
Pero entre los afortunados de los "por poquito" pocos se llaman a capítulo. Muchos no tienen en cuenta que entre "casi" y "accidente" solo hay un pequeñísimo instante que no es suficiente para hacernos inmortales.
(Publicado en DDC)
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