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El príncipe y el mendigo de Santa Clara

Cardiocentro de Santa Clara. (L. VAREA) La mayoría de los hospitales de Santa Clara presentan problemas en su funcionamiento. Existen carencias reales que afectan el desarrollo de los mismos. Cinco son los hospitales, los cuales tienen carácter provincial, además de uno para los militares y sus familiares. Los “mejorcitos” son el conocido por “Hospital Militar” enclavado en el reparto Subplanta, en lo que antes de 1959 fuera el regimiento militar Leoncio Vidal Caro. En esta institución, al estar rectorada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), las condiciones son distintas al resto de los hospitales. Recientemente varias salas fueron remodeladas, les instalaron ventiladores y refrigeradores. Las camas, avituallamiento y alimentación son diferentes al resto de los hospitales pertenecientes al Ministerio de Salud Pública (MINSAP) en Villa Clara. Otra cara presentan la mayoría de las instituciones de Salud Pública en esta central provincia. No son pocos los que le

Especies exóticas amenazan el Medio Ambiente y la economía en Cuba

Las especies exóticas invasoras (EEI) son plantas, animales y microorganismos que, no siendo nativas de una región se convierten en una amenaza para la biodiversidad, la seguridad alimentaria, la salud y el desarrollo económico , explicó Laura Muñoz, investigadora del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) en Villa Clara. Más del 75% de animales y plantas endémicos de la Isla están ahora amenazada. (L. VAREA) Precisó Muñoz que estos organismos son capaces de sobrevivir, reproducirse o distribuirse con gran agresividad , amenazando a la diversidad biológica en esos lugares, ya que  no tienen competidores naturales. Más del 40 por ciento de las plantas y animales del planeta fueron extinguidos por las especies exóticas invasoras en los últimos años , acotó. De esos ejemplares, el 10 por ciento se convierten en dañinas, compiten con las autóctonas hasta desplazarlas, como en el caso del búho de los túneles, de cuya desaparición se culpa a la mangosta

La bandera cubana: ultraje a la vista

Estación de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) en Santa Clara, exhibe la Bandera Cubana desdeñada. (L. VAREA) La bandera de la estrella solitaria representa la unión de sus habitantes por defender su país ante todo. Es el mayor símbolo de lealtad y honor de todos los cubanos. Esta insignia y el escudo nacional fueron creadas por la misma persona: Miguel Teurbe Tolón. Las especificaciones de diseño de ambos fueron establecidas por Tomás Estrada Palma, mediante Decreto, el 21 de abril de 1906 y han permanecido sin modificaciones oficiales desde entonces. El respeto por los símbolos nacionales no se reduce a los actos formales, que es algo mucho más hondo, más personal. Si inquirimos en el tema, probablemente encontremos que justamente la formalidad y los actos mecánicos, son responsables de esa desidia evidenciada en la sociedad cubana. Estos detalles deberían hacernos repensar el modo en que nos acercamos a esos íconos. Hablo de no ponerse de pie o no detener la marcha

(+Vídeo) La industria del libro: “en Cuba quizá no ha ocupado el lugar que merece”

Feria Internacional del Libro 2016, Santa Clara. (L. VAREA) “Nuestras editoriales deberían funcionar con mayor rigor y jerarquía a la hora de seleccionar los textos para su publicación”, aseguró Eisy Sori Reyes, joven escritor villaclareño de 30 años. A partir de esta sentencia quizás pueda encontrarse una de las aristas que condicionan la llamada “crisis de la lectura” que tanto debate genera actualmente entre los intelectuales cubanos. “Existe una realidad perceptible e incuestionable: cada día se leen y venden menos libros”, aseguró el poeta y miembro de la Asociación Hermanos Saiz (AHS), Sori Reyes. Sin dudas, el mundo digital ha venido a solventar la carencia de textos clásicos y poco publicados en el país, pero, “¿las casas editoras realmente piensan en el público al que van destinadas sus publicaciones?”, se preguntó el escritor. Eisy Sori Reyes, joven escritor villaclareño. (L. VAREA) Eisy, quien ha sido laureado en los Juego Florales Ciego de Ávila 2011 (Concu

No es tiempo en Cuba de timoratos

Hay quienes al ver algo incorrecto, o sintiéndose maltratados o «peloteados», culpan al Estado, al país, así en abstracto. Son inexactos y, sobre todo, injustos. Precisamente porque se ha vuelto una mala práctica responsabilizar con los errores a entidades, de modo genérico, la crítica no siempre resulta lo eficaz que debiera. Es tiempo de ponerle el cascabel al gato.  Eso, en definitiva, significa mejorarnos la vida y ayudar a derrocar la obra de los Castro. Además, suele ocurrir que llegada la hora de criticar algunos se sobrecogen y, en el peor de los casos, optan por el silencio, pensando acaso que arremeter contra la ineficiencia, el descontrol o la corrupción es emprenderla contra el sistema impuesto. Ser temerosos y prudentes no significa acallar el señalamiento o la denuncia. A veces, también por miedo a ser remetidos o sancionados, no se le pone nombres y apellidos a las responsabilidades incumplidas, a las faltas. Sin embargo, todos merecemos que las cosas fuer

El Tesorero del Tiempo

(Cuento) Era un día como otro cualquiera. Caminaba yo por   un espeso y   sombrío   bosque   que asustaba hasta al más gustoso de   lo inesperado. Sus   grotescos y   portentosos árboles parecían   absorber,   de golpe,   lo celeste   del despejado y apenas perceptible cielo. Sus espesas ramas,   cual   abarcadoras   manos de gigantes, obstaculizaban la calidez y espesura del Astro Rey. Amenazadores, repiqueteaban   los chillidos de búhos, grillos   y otro sinfín de animalillos   que apenas pude percibir. Aunque a lo lejos brillaba el sol,   en el interior de aquel nefasto boscaje   se sentía   una perpetua   tiniebla   que hacía escalofriar hasta los huesos al más audaz paladín. Andaba yo   pues, sin rumbo,   desorientada,   como vagabundo sin cobijo,   y confusa ante aquel lugar inexplorado   para mí.   Una espesa niebla segó mi visión. Isofacto,   ante mí,   una criaturilla.   Froto mis ojos una y otra vez ante   el desconcierto. No era un animal, no era un humano, pero

Pescando basura para sobrevivir en Cuba: «Buzos» a la vista

Armando Rodríguez Fonseca, un buzo del vertedeo municipal de Santa Clara. (L. VAREA) No se trata de cazadores submarinos ni tampoco de admiradores del mundo acuático, sino de personas pobres conocidas en el argot popular como «buzos» que se dedican a hurgar en los basureros, en busca de objetos servibles o  factibles de reciclar que sean bienvenidos en las casas de compra de materias primas. La deprimente labor es un fenómeno propio de países del Tercer Mundo, donde hasta los niños y mujeres se ven obligados a ejercer tal profesión, a fin de encontrar restos de alimentos u otros artículos que les permitan subsistir ante la pobreza y el desempleo. En Santa Clara operan en los zupiaderos de edificios multi-familiares y en el vertedero municipal, colectores de basura. Allí extraen restos de madera, cartones, latas de aluminio, pedazos de metales, entre otros materiales, para después venderlos en los establecimientos antes citados, pertenecientes a la Empresa de Recuperación de