La diputada socialista Carla Antonelli se fue a comer langosta con la hija de Castro en un pisazo de Cuba
La diputada socialista Carla Antonelli fue a Cuba para recoger el premio especial del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX). Y allí acabó comiendo langosta en un lujoso apartamento frente al malecón con la directora del Centro, Mariela Castro, sobrina del dictador que mandó a campos de concentración a los homosexuales nada más hacerse con el poder e hija de Raúl Castro, heredero de la dictadura.
Carla Antonelli comiendo langosta con Pastora Soler y la hija de Raúl Castro. Foto: Cibercuba |
La foto que hoy recoge OKDIARIO ha sido publicada por Cibercuba. Y muestra a la socialista de la mano de la directora del Centro Nacional de Educación Sexual, junto a la cantante española Pastora Soler. Todas ellas disfrutando de un manjar absolutamente prohibitivo para la inmensa mayoría de cubanos. En especial, para los que no son favorables a la dictadura.
La diputada socialista Carla Antonelli fue a Cuba para recoger el premio especial del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX). Y allí acabó comiendo langosta en un lujoso apartamento frente al malecón con la directora del Centro, Mariela Castro, sobrina del dictador que mandó a campos de concentración a los homosexuales nada más hacerse con el poder e hija de Raúl Castro, heredero de la dictadura.
La foto que hoy recoge OKDIARIO ha sido publicada por Cibercuba. Y muestra a la socialista de la mano de la directora del Centro Nacional de Educación Sexual, junto a la cantante española Pastora Soler. Todas ellas disfrutando de un manjar absolutamente prohibitivo para la inmensa mayoría de cubanos. En especial, para los que no son favorables a la dictadura.
Y en ese contexto es en el que Antonelli degustó su langosta en medio de un espectacular escenario y con unas vistas privilegiadas. La hija del primer secretario del Partido Comunista acompañó a Carla Antonelli en el lujoso almuerzo en un elitista apartamento frente al Malecón habanero, cerca del Parque Maceo.
Todo ello en un país en el que los ciudadanos tienen un salario medio equivalente a 22 dólares al mes. Y allí traducido a dólares, el salario medio de un cubano le permite adquirir cada mes 20 barras de pan, tres docenas de huevos, un kilo de leche en polvo, 10 latas de puré de tomate, un kilo de pollo y un litro de yogur natural. Punto. Las langostas se quedan para los amigos del régimen o los turistas.
Sólo por poner otros ejemplos, en la Cuba en la que la socialista degustó su langosta un televisor cuesta 16 meses de trabajo y un paquete de detergente consume el 20% del sueldo.
La anfitriona de Antonelli, Mariela Castro Espín, por su parte, es una sexóloga cubana. Licenciada en la especialidad de pedagogía y psicología en el Instituto Superior de Ciencias Pedagógicas ‘Enrique José Varona’ de la capital cubana. Y, efectivamente, es la directora del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba (CENESEX) y de la revista Sexología y Sociedad, en La Habana. Ella es hija de Vilma Espín Guillois, la que fuera en su momento la presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas y del hermano de Fidel, Raúl, quien heredó la presidencia del fallecido dictador revolucionario.
Y en su familia sí acceden a langosta. Su hermano, Alejandro Castro, fue asistente personal del jefe de Estado y ella fue ‘elegida’ en febrero de 2013 diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba. En la dictadura cubana, Mariela Castro, figura como activista por los derechos de los homosexuales y los derechos LGBT en Cuba.
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